Como mínimo, algunas personas pasamos 8 horas al día en una oficina, lo que lo convierte prácticamente en nuestro segundo hogar y tenemos que estar a gusto para producir, rendir y ejecutar las tareas. Es bueno prestar especial atención a estos lugares, pues son los que mejor iluminados debemos tener. Una iluminación adecuada es esencial para que el trabajo desde casa no se convierta literalmente en “un dolor de cabeza”, además es importante para aumentar tu productividad y concentración.
¿Cómo iluminar tu espacio de trabajo correctamente si estás en casa?
Lo primero es destacar qué tipo de luz necesitas, ya que no todos los espacios requieren el mismo tipo de iluminación. Si cuentas con una iluminación natural, ¡Perfecto! Siempre es la mejor fuente de luz, así que te recomendamos buscar mantener tu área de trabajo cerca de las ventanas (evitando el sol directo), preferiblemente de frente o de lado, nunca debes quedar de espalda a la luz.
Si no cuentas con luz natural, a continuación te sugerimos algunos tipos de iluminación, donde puedes optar por la más conveniente:
Iluminación General :
Este tipo de iluminación llena todo el ambiente de forma horizontal y homogénea, facilitando la concentración y el uso de la computadora. La luz debe venir desde arriba (el techo), ser de un tono neutral (ni muy frío ni muy cálido) y es importante evitar que produzca algún reflejo incómodo.
Iluminación directa:
Lámparas direccionales, con brazo articulado, lámparas de pie, etc. El objetivo es que te permitan enfocar el haz de luz justo en el lugar que lo necesites. Si vas a trabajar muy cerca de la lámpara, instala iluminación LED, pues además de ahorrar en consumo, generará menos calor que una bombilla incandescente.
Iluminación Indirecta:
La idea de este tipo de iluminación es lograr que el reflejo de la luz se difunda por todo el ambiente llenando el espacio de una manera suave, generando confort visual y una sensación de amplitud. Para este efecto puedes utilizar cinta LED a lo largo de las superficies.
Decoración ambiental:
Aunque no lo creas, la decoración de tu estudio también influye en la iluminación. Es recomendable usar colores claros, neutros y blancos para que la luz se refleje con mayor facilidad y aporte sensación de amplitud a la habitación. Esto creará una sensación de confort y libertad para trabajar en tu día a día.
Este es el mejor momento para ocuparnos de la iluminación de nuestro espacio de trabajo. ¡Y ahora sí! Ya tienes todos los tips necesarios para hacerlo de la mejor manera.
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